CONTENIDO: VALORACIÓN Y RESPETO POR LOS SERES VIVOS.
CAPACIDAD: APRENDER A APRENDER.
ACTIVIDAD: PARA INICIAR LOS SABERES PREVIOS QUE
POSEEN LOS NIÑOS SOBRE LAS PLANTAS REALIZAREMOS UN PASEO POR EL JARDÍN DE CASA
Y REALIZAMOS UN REGISTRÓ GRÁFICO DE LAS PLANTAS QUE ENCONTRAMOS, SI SABEMOS EL
NOMBRE TAMBIÉN LO REGISTRAMOS.
DIBUJO
LA PLANTA QUE ENCONTRE EN CASA |
REGISTRO
EL NOMBRE SI SE COMO SE LLAMA |
POR
EJEMPLO: |
DIENTE
DE LEÒN. |
|
|
|
|
Para ver el video de la actividad has click en el siguiente enlace.
ACTIVIDAD Nº 2
1-
ÁREA: MATEMÁTICA
CONTENIDO: COMPARACIÓN DE LONGITUDES, CAPACIDADES Y PESO EN
CONTEXTOS DE LA VIDA COTIDIANA.
CAPACIDAD: RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS.
PROPUESTA DIDÁCTICA: TRABAJAMOS A PARTIR DE UNA PROBLEMÁTICA: TENEMOS QUE MOVER UN
PLACAR BLANCO Y LO QUEREMOS UBICAR ENTRE UNA VENTANA Y UNA PUERTA, ¿CÓMO
HAREMOS PARA SABER SI ENTRA? OTRO LUGAR POSIBLE ES ENTRE LA PARED Y LA REPISA.
¿CÓMO HAREMOS PARA SABER SI LO PODEMOS CAMBIAR DE LUGAR?
REGISTRO LAS RESPUESTAS:
·
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
SE PROPONE MEDIR LA PIEZA DE NIÑO CON LOS PIES DE UN ADULTO
Y DEL NIÑO, DESDE CADA EXTREMO LARGO Y ANCHO. LOS CUALES SON DE TAMAÑO
DIFERENTE. SE REALIZARÁ REGISTRO ESCRITO DE LOS RESULTADOS.
MI HABITACIÓN MIDE, …………………..CON LOS PIES DE…………………………. CON MIS PIES MIDE: …………………
Para ver el video de la actividad has click en el siguiente enlace:
3- RECREO:
4- LITERATURA: CONTINUAMOS TRABAJANDO CON EL CUENTO YA LEIDO Y ESCUCHADO: LA PLANTA DE BARTOLO.
DE LAURA DEVETECH.
El buen Bartolo sembró un día un
hermoso cuaderno en un macetón. Lo regó, lo puso al calor del sol, y cuando
menos lo esperaba, ¡trácate!, brotó una planta tiernita con hojas de todos
colores.
Pronto la plantita comenzó a dar
cuadernos. Eran cuadernos hermosísimos, como esos que les gustan a los chicos.
De tapas duras con muchas hojas muy blancas que invitaban a hacer sumas y
restas y dibujitos. Bartolo palmoteó siete veces de contento y dijo: –Ahora,
¡todos los chicos tendrán cuadernos! ¡Pobrecitos los chicos del pueblo! Estaban
tan caros los cuadernos que las mamás, en lugar de alegrarse porque escribían
mucho y los iban terminando, se enojaban y les decían: –¡Ya terminaste otro
cuaderno! ¡Con lo que valen! Y los pobres chicos no sabían qué hacer. Bartolo
salió a la calle y haciendo bocina con sus enormes manos de tierra gritó:
–¡Chicos!, ¡tengo cuadernos, cuadernos lindos para todos! ¡El que quiera
cuadernos nuevos que venga a ver mi planta de cuadernos!
Una bandada de parloteos y
murmullos llenó inmediatamente la casita del buen Bartolo y todos los chicos
salieron brincando con un cuaderno nuevo debajo del brazo. Y así pasó que cada
vez que acababan uno, Bartolo les daba otro y ellos escribían y aprendían con
muchísimo gusto. Pero, una piedra muy dura vino a caer en medio de la felicidad
de Bartolo y los chicos. El Vendedor de Cuadernos se enojó como no sé qué.
Un día, fumando su largo cigarro,
fue caminando pesadamente hasta la casa de Bartolo. Golpeó la puerta con sus
manos llenas de anillos de oro: ¡Toco toc! ¡Toco Toc! –Bartolo –le dijo con
falsa sonrisa atabacada–, vengo a comprarte tu planta de hacer cuadernos. Te
daré por ella un tren lleno de chocolate y un millón de pelotitas de colores.
–No –dijo Bartolo mientras comía un rico pedacito de pan.
–¿No? Te daré entonces una
bicicleta de oro y doscientos arbolitos de navidad. –No. –Un circo con seis
payasos, una plaza llena de hamacas y toboganes. –No. –Una ciudad llena de
caramelos con la luna de naranja. –No.
–¿Qué querés entonces por tu
planta de cuadernos? –Nada. No la vendo. –¿Por qué sos así conmigo? –Porque los
cuadernos no son para vender sino para que los chicos trabajen tranquilos. –Te
nombraré Gran Vendedor de Lápices y serás tan rico como yo. –No. –Pues entonces
–rugió con su gran boca negra de horno–, ¡te quitaré la planta de cuadernos! –y
se fue echando humo como la locomotora. Al rato volvió con los soldaditos
azules de la policía. –¡Sáquenle la planta de cuadernos!– ordenó. Los
soldaditos azules iban a obedecerle cuando llegaron todos los chicos silbando y
gritando, y también llegaron los pajaritos y los conejitos. Todos rodearon con
grandes risas al Vendedor de Cuadernos y cantaron “Arroz con leche”, mientras
los pajaritos y los conejitos le desprendían los tiradores y le sacaban los
pantalones. Tanto y tanto se rieron los chicos al ver al Vendedor con sus
calzoncillos colorados,
gritando como un loco, que
tuvieron que sentarse a descansar. –¡Buen negocio en otra parte!–gritó Bartolo
secándose los ojos, mientras el Vendedor, tan colorado como sus calzoncillos,
se iba a la carrera hacia el lugar solitario donde los vientos van a dormir
cuando no trabajan.
EN ESTA
OPORTUNIDAD SI FUESES BARTOLO:
·
¿QUE
SEMBRARÍAS PARA COSECHAR? REGISTRA LO QUE IMAGINASTE ESCRIBIENDO COMO PUEDAS Y
DIBÚJALO.
NOS DESPEDIMOS HASTA MAÑANA!!!
LES MANDO UN BESO ENORME... Y UN
No hay comentarios:
Publicar un comentario